Sobre calles famosas

Las estrechas calles de Cartagena cuentan su historia de manera única. Sus curiosos y originales nombres son un indicio de las aventuras allí vividas y que, desde su fundación, permanecen en la memoria de los cartageneros.

CALLE DE RICAURTE
Bautizada en honor a Antonio Ricuarte, cuentan que una de sus casas está habitada por duendes y que, durante una noche de triunfo, se escuchó un gran festejo. Nadie en la ciudad estaba invitado. ¿Serían las criaturas las que bailaron hasta el amanecer?

CALLE DE LAS DAMAS
La leyenda cuenta que cuando Carlos V supo lo que había costado la construcción de las murallas, decidió venir a Cartagena y verlas con sus propios ojos. Llegó disfrazado de mujer, y en una casa de esta calle se hospedó.

CALLE DE LA SIERPE
Por esta calle se oía pasar el ruido de un cascabel. Una noche, en 1608, el alcalde se quedó vigilando y vio una serpiente gigante. Con un conjuro, hizo que esta se convirtiera en mujer, a quien condenaron por herejía y desterraron.

CALLE ESTANCO DEL AGUARDIENTE
En el edificio que después funcionó como el Colegio de La Presentación se encontraba el único estanco autorizado para vender alcohol y tabaco durante la Colonia. El lugar fue inmortalizado por García Márquez en El amor en los tiempos del cólera.

CALLEJÓN DE LOS ESTRIBOS
Cuando terminaron la Iglesia de Santo Domingo en 1559, la pared empezó a ceder. Los monjes construyeron unos estribos para sostenerla, que todavía existen, dándole el  nombre al callejón.